El Blog de Servitecdpm
Catalunya, líder mundial de trasplante y donación
El aumento de órganos donados en muerte en asistolia explica en parte el gran incremento de beneficiados
España es el único país del mundo que cuenta con más trasplantados renales que pacientes en diálisis
Fue en un concierto de Sopa de Cabra, sonaba la canción Eix de rotació. El teléfono de Marta Gubau vibró. El hospital de Bellvitge tenía un corazón para ella. Ese órgano que lo mueve todo estaba a punto de ‘rotar’ de otra vida a la suya. «Donar es una decisión de héroes y heroínas que salva a personas, nos regala prórrogas de vida. En un momento tan doloroso para la familia del donante, la donación ilumina una vida (o más). Vale la pena reflexionar sobre el poder, en manos de cada persona, de dar continuidad a una vida. Podemos elegir si nuestros órganos seguirán dando vida a alguien cuando faltemos», expresa Gubau que desde hace tres años vive gracias al corazón que le fue trasplantado. En el libro que recoge su experiencia Tenim un cor per a tu (Pagès Editors) anima a donar, algo en lo que Catalunya es líder mundial. Y por sexto año consecutivo.
A final de noviembre se superaban ya los 1.200 trasplantes y las 458 donaciones (328 de cadáver y 130 de vivos) realizados durante todo el pasado año en hospitales catalanes. El 31 de octubre de este año eran 1075 los trasplantes llevados a cabo en Catalunya. Fueron 738 renales, de los cuales 102 procedían de donante vivo y 172 trasplantes hepáticos, dos de ellos de donante vivo –el hígado es el único órgano cuyo tejido se regenera, por lo que un donante vivo puede donar una parte de él-. El resto fueron 55 trasplantes cardíacos, 91 de pulmón y 19 de páncreas. En cuanto a donaciones, hasta el 31 de octubre de este año se contabilizaban 322 únicamente de cadáver y 104 de donantes vivos (102 de riñón y 2 de hígado).
“La creciente concienciación sobre la posibilidad de donar órganos, la solidaridad y confianza de la población con el sistema de salud, pero también el modelo de coordinación de todos los agentes implicados en un trasplante explican el auge de las donaciones en territorio catalán”, según argumenta Jaume Tort, director de la Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT) del Servei Català de Salut. Pero también en ese aumento fue un propulsor determinante la puesta en marcha en Catalunya en el 2013 (desde el 2011 ya se hacía en otras comunidades) del programa de donación en asistolia controlada. «Son pacientes en fase terminal que fallecen por cese irreversible de la actividad cardiorrespiratoria y a cuyas familias se les plantea la posibilidad de donar los órganos de su familiar una vez sea desconectado de la asistencia artificial», explica Tort. El pasado año, los órganos de donación en asistolia representaron el 34% del total de los procedentes de cadáver considerados válidos.
Normotermia
Nuevas técnicas de extracción y preservación de órganos y modalidades más avanzadas de trasplante, así como el uso de avanzadas tecnologías aplicadas a los pacientes son hoy factores que continúan alentando nuevas oportunidades de vida para pacientes que solo unos años atrás no las hubieran tenido. Las mejoras en la asistencia mecánica capaz de proporcionar apoyo cardíaco y pulmonar o el mantenimiento de las condiciones idóneas de los órganos que van a ser trasplantados en situación de ‘normotermia’ permiten prolongar el tiempo de isquemia fría, en el que el órgano permanece sin riego sanguíneo, extraerlo, evaluarlo y recuperar órganos que antes no se valoraban o se excluían.
Otro de los avances, este en el ámbito pediátrico, ha sido el trasplante cardiaco infantil en pacientes de grupo sanguíneo AB0 incompatible en pacientes menores de 6 meses. En estos casos, se aprovecha la inmadurez del sistema inmunitario en esa corta etapa de vida, para realizarlo sin peligro de rechazo. En Catalunya, son los hospitales de Sant Joan de Déu y del Vall d’Hebron los autorizados para realizar trasplantes pediátricos.
Y para pacientes en espera de riñón, las posibilidades de hallar donante se han multiplicado más también desde hace dos años gracias al programa cruzado internacional, de parejas de donante y receptor incompatibles que buscan su compatibilidad a nivel estatal pero ahora también en otros países (de momento entre España, Portugal e Italia). Hasta el momento ya se han llevado a cabo en la Fundació Puigvert dos trasplantes cruzados entre dos personas italianas y dos de Barcelona. También según explican desde la OCATT, cada año se dan uno o dos casos de donación altruista en vida por parte de alguien que espontáneamente dona uno de sus riñones para algún paciente, sin que necesariamente esté vinculado a él. Es el donante llamado ‘buen samaritano’. “España es el único país del mundo con más pacientes con trasplante de riñón que los que están siguiendo un programa de diálisis”, precisa Lluís Guirado, director del Servei de Nefrologia y Responsable del equipo médico de Trasplante Renal de la Fundació Puigvert. Y según datos de la OCATT, el pasado año se realizaron 11 trasplantes renales a pacientes mayores de 80 años.
Creciente donación en asistolia
Transformar el adiós físico a una vida en la bienvenida de un corazón, un riñón, un hígado que otra persona precisa para poder seguir viviendo sucede cada vez más gracias a la donación. Hay tres tipos de donantes: el vivo, el de muerte cerebral y quien fallece por parada cardiorrespiratoria, en asistolia, que es la ausencia de movimiento de contracción del corazón y las arterias para empujar la sangre. La muerte se certifica tras cinco minutos de esa inactividad. Tanto en muerte cerebral como en muerte por parada cardiaca el paciente hospitalario permanece conectado a un respirador artificial. En la muerte cerebral, el grado de lesión cerebral determinará el tiempo en el que se producirá también una parada cardíaca. Llegará un momento en que el cerebro no enviará la orden de respirar a los pulmones y, pese a estar conectado, todo se detendrá. En asistolia también hay lesión cerebral irreversible que comportará que el corazón se detenga más adelante o que la persona quede en estado vegetativo. Ante ello, se plantea a la familia si permite la retirada del respirador. En más del 95 % de casos aceptan.
Cruce renal entre varios países
La necesidad de un órgano y la posible disponibilidad de un donante “ponen a rodar cada año el bombo de la compatibilidad”, explica el director del Servei de Nefrologia y Responsable del equipo médico de Trasplante Renal de la Fundació Puigvert, Lluís Guirado. El pasado 22 de octubre, un paciente en España y otro en Italia han podido recibir un trasplante renal de donante vivo, gracias al intercambio de órganos de sus respectivos donantes. Fue un operativo coordinado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) de España, realizado entre la Fundación Puigvert y el Padova Kidney Transplant de Italia. Es el segundo trasplante renal internacional cruzado del sur de Europa. La pareja en Catalunya eran donante y receptor, madre e hijo, y la italiana, un matrimonio en el que el marido fue el receptor. “Técnicamente, la intervención es la misma, una nefractomía laparoscópica y tratamiento convencional o robótico”, dice el doctor Guirado. “Pero se necesita una gran coordinación, análisis sanguíneo y pruebas, autorizaciones judiciales en ambos países y la logística del transporte en avión con previsión de opciones alternativas. Un riñón en nevera se mantiene 4 o 5 horas”.
Foco en la ingeniería de tejidos
En el Institut for Bioengineering of Catalunya (IBEC) de Barcelona estudian cómo construir tejidos de los diferentes órganos compatibles con cualquier paciente. Lo hacen a partir de células madre pluripotentes, obtenidas de la propia persona, por ejemplo de su cabello, que son modificadas de manera que puedan ser neutralizadas para desempeñar la función de una célula de riñón, de corazón o de cualquier otro órgano. Se pueden llegar a diferenciar más de 200 tipos de células que pueden ser instruidas para desempeñar una nueva función.
Y será el propio cuerpo de la persona receptora quien repoblará con sus propias células la carcasa de ese órgano o tejido. De ese modo, al no introducir células ajenas con un ADN diferente al propio, no pueda darse rechazo. «Este es el mayor paso logrado en los laboratorios, aún no aplicado en clínica», explica Núria Montserrat, profesora de Investigación ICREA en IBEC. «Son matrices o guías que dictan no solo la forma, sino el correcto funcionamiento del órgano», añade. También se investiga en la criopreservación de órganos y en cómo evitar su rechazo.
Fuente: EL PERIÓDICO