Hay coronavirus para rato: las preguntas clave sobre el covid-19

Los expertos alertan que una epidemia global y larga es un escenario posible

Los nuevos fármacos tardarán meses: los focos se combaten con distanciamiento social

Tras unos meses de difusión del nuevo coronavirus, algunas de las preguntas que se planteaban al principio de la epidemia están despejadas. La enfermedad no es ninguna plaga bíblica. Pero tampoco es una gripe más. En primer lugar, porque tiene consecuencias en mayores de 60 años y personas con enfermedades previas. En segundo lugar, porque puede poner a dura prueba el sistema sanitario y puede hacer daños por esta vía. EL PERIÓDICO le ha planteado a algunos expertos las preguntas más frecuentes sobre el covid-19, la enfermedad asociada al nuevo coronavirus -llamado técnicamente SARS-Cov-2.

¿Es una enfermedad grave?
El 81% de los casos son leves y no necesitan ingreso en el hospital. La cifra la ha dado este jueves Antoni Trilla, epidemiólogo del Hospital Clínic, la Universitat de Barcelona y el centro de investigación IsGlobal, en un seminario sobre lo que se sabe de la enfermedad. En realidad, los casos leves podrían ser aún más, porque algunos de ellos son tan insignificantes que los pacientes ni visitan al doctor. Por la misma razón, la mortalidad es probablemente baja, alrededor del 1% según Trilla, mucho menos que la cifra global oficial (2,3%). De momento, se ignora si la enfermedad genera inmunidad o no.

¿De qué hay que preocuparse?
La mortalidad crece entre los mayores de 60 años (entre el 4% y el 15%), algo relevante en Europa, donde hay una gran población de ancianos. También sube entre los pacientes con enfermedades previas. Además, un flujo adicional de enfermos puede poner en crisis el sistema sanitario. “La mortalidad es baja, pero 10 veces mayor que la de la gripe [0,1%]”, ha observado Trilla. “Los pacientes que necesitan asistencia médica son muchos más que con la gripe”, confirma Alessandro Vespignani, experto en modelos de epidemias de la Universidad Northeastern (EEUU). “Aunque los pacientes no estén graves, los aislamos para contener la epidemia: si no pueden aislarse en casa, van a ocupar muchas camas”, afirma José Muñoz, jefe del servicio de Salud Internacional del Hospital Clínic e investigador de ISGlobal. El estrés sufrido por la sanidad china explicaría, según Vespignani, por qué la mortalidad en ese país duplica a la del resto del mundo.

¿Hay cura?
“En un tiempo record se ha generado una cantidad de datos enormes”, afirma Albert Bosch, presidente de la Sociedad Española de Virología. Sin embargo, los tratamientos y vacunas que puedan surgir tardarán más de un año, porque tienen que demostrar su seguridad, además de su eficacia. Mientras tanto, los hospitales están usando para los casos más graves unos antivirales de comprobada seguridad destinados a otras enfermedades, como el lopinavir/ritonavir que se usa contra el VIH.

¿A España le ocurrirá lo mismo que a Italia?
“Casi seguramente esto se convertirá en un fenómeno global”, afirma Vespignani. Muñoz coincide en que no desaparecerá como el SARS, pero aún no descarta un escenario con pequeñas cadenas de contagio controladas en España. Italia lleva aplicando desde hace 10 días un test generalizado del covid-19. A medida que otros países lo apliquen, aumentará el número de casos detectados, según Vespignani, quien apuesta que la situación italiana se replicará. “Creo que en España no se dará una situación como la de Italia”, discrepa Bosch. “Aquí no hay tantos casos y se están tomando medidas. En Italia ha sido importante el factor sorpresa”, añade. Sin embargo, “si el número de casos crece rápidamente y no somos capaces de seguir las cadenas de contagio, probablemente tendremos una situación cercana a la italiana”, ha alertado Trilla.

¿Va para largo o amainará en verano?
“Esto no es un esprint, es una carrera de fondo”, afirma Vespignani, quien cree que la epidemia durará meses. De momento, no se sabe si el covid-19 dará un respiro durante el verano, como ocurre con la gripe. Su antecedente, el MERS, no era estacional. Vespignani considera que no se sabrá hasta que las temperaturas empiecen a subir, en Abril. Aunque hubiera un parón en verano, la enfermedad podría tener una nueva ola en otoño e incluso convertirse en el quinto de los coronavirus que en la actualidad causan la mayoría de los resfriados invernales.

¿Son China e Italia buenos ejemplos a seguir?
Las medidas draconianas adoptadas en China, que han causado probabalemente la reducción de casos que está experimentando ese país, serían inaceptables en un país democrático, según los expertos consultados. Al contrario, las medidas de distanciamiento social adoptadas en Italia son razonables, en ausencia de vacunas. “El cierre de las escuelas anunciado debería durar aún más, al menos dos o tres veces el periodo de incubación [que se estima en una semana] para ser eficaz”, afirma Vespignani. Por el contrario, este experto considera que limitar los viajes no tiene sentido, ya que los focos de enfermedad ya están escampados en varios países. “Hay que prepararse para hacer algunos sacrificios para ralentizar la enfermedad”, concluye.

Fuente: EL PERIÓDICO