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Recomendaciones a la hora de elegir camas articuladas eléctricas
Cada día son más las personas que, debido a enfermedades crónicas o su edad avanzada, deben pasar mucho tiempo en la cama, por lo que resulta fundamental contar con un equipo que les ofrezca la máxima comodidad para garantizar un descanso reparador.
En este sentido, las camas eléctricas articuladas son una excelente opción dadas las múltiples ventajas que ofrecen tanto para los pacientes como para las personas que les cuidan.
Actualmente la oferta en mercado es muy amplia y variada, desde los modelos más sencillos y económicos (con mecanismo manual mediante una simple cremallera metálica o de manivela, comúnmente conocido como husillo), hasta los equipos más sofisticados dotados de motor eléctrico. “La cama articulada manual es una opción en desuso, ya que hoy en día la diferencia de precio con una motorizada es prácticamente nula, quedando el uso y resultado práctico de la manual muy reducido en opciones y posibilidades”,
Por el contrario, las camas eléctricas articuladas son más demandada por aquellas personas que necesitan un equipo descanso específico en cuanto a características de adaptabilidad se refiere, mediante la articulación del somier en infinitas posiciones, proporcionando un cuidado paliativo y un plus de confort y comodidad.
A la hora de elegir el modelo más adecuado para cada necesidad es importante tener presentes varias características fundamentales que condicionarán su rendimiento y confort. Se recomienda prestar una especial atención al número de planos de articulación, el mando del motor y el tipo de láminas del somier.
En cuanto al número de planos de articulación, se recomiendan las de cinco planos, en detrimento de camas con menos planos de articulación, de tres y cuatro, ya que ello va a impedir una mayor articulación del somier, dejando muy reducido el uso del somier para las diferentes necesidades requeridas del usuario, produciendo posturas incómodas y llegando a ser en algunos casos dolorosas. “Con cinco planos conseguiremos una adaptabilidad perfecta a nuestras necesidades de descanso logrando un agradable confort, sobretodo en situaciones de larga estancia en la cama eléctrica, consiguiendo con ello una mejor adaptación del colchón y favoreciendo su durabilidad”,
Por lo que respecta al tipo de láminas del somier, la característica fundamental para un buen descanso es su adaptabilidad, por ello es muy importante, además del numero de planos de articulación, el tipo de láminas que emplearemos en el somier, así como su sujeción al bastidor metálico.
Es importante y aconsejable la utilización de láminas de madera, evitando las de resinas plásticas o fibras de vidrio, ya que producirán falta de transpiración y humedades, afectando la vida útil del colchón. Dentro de las láminas de madera, se recomienda las láminas de haya ya que son mucho más flexibles y elásticas, pero de mayor dureza que las de chopo o eucalipto propensas a la fractura y que dejaran la adaptabilidad de la cama eléctrica articulada muy reducida. Y es que «la utilización de láminas de chopo y eucalipto coseguirán un producto más económico, pero muy reducida en prestaciones de adaptabilidad , articulación y confort, siendo más vulnerables a la rotura y por lo tanto a acortar la vida útil de la cama eléctrica”.
También hay que prestar atención a los mecanismos de unión de las láminas de madera al somier para conseguir un equipo de descanso adaptable y duradero. En este sentido, se deben evitar tacos de PVC rígidos que dispongan las láminas de madera de una en una, ya que reducirán mucho la adaptabilidad y articulación. Tampoco son recomendable los tacos de caucho, que si bien tienen gran elasticidad su durabilidad se verá muy reducida ya que tienen una corta vida útil.
Los más recomendados y utilizados los tacos de Hytrel, un material que combina la elasticidad con la resistencia, confiriendo a las láminas de madera gran adaptabilidad, durabilidad y ausencia de ruidos incómodos. “El taco Hytrel provoca la adaptabilidad de las láminas en todas las direcciones y favorece la disposición de las láminas de madera en la cama hospitalaria en agrupaciones de dos o tres láminas, lo cual contribuye a una óptima adaptabilidad y articulación de la cama articulada”.
Finalmente, respecto al mando del motor de la cama, lo habitual es que éste venga unido al motor mediante cable.
“Es importante a la hora comprar una cama eléctrica, comprobar la procedencia y características del motor, evitando productos dudosos de importación y cuyas características no se adecuen a los sistemas eléctricos españoles y europeos, llegando a ocasionar interferencias desagradables, ruidos constantes y problemas de sobrecargas en los aparatos que acaban por reducir considerablemente la vida del motor de la cama, haciendo además muy incómoda su operatividad diaria”.
Fuente: Geriatric area