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Tipos de camillas eléctricas e hidráulicas para masajes. ¿Cuál es la mejor opción?
Los diferentes tipos de camillas para masajes dan diferentes resultados porque influyen en la comodidad del cliente. Y, además, también en la de la esteticista. Hay que tener claro el uso que se le va a dar para decantarse por una u otra.
Diferentes tipos de camillas
Las camillas se pueden clasificar entre las que cambian de ubicación o no y las que se regulan en diferente posición.
Camillas fijas
Este tipo de camillas se debe mantener siempre en su lugar. El peso medio es de 15kg, uno más elevado que otras y siempre está desplegada. Son las más estables y resistentes, por lo que no se tendrá ningún problema y son más duraderas. La postura en la que están es de semi inclinación de la espalda, aunque se pueden utilizan tanto boca arriba como boca abajo. Todo depende del cojín que se use.
Camillas plegables portátiles
Son más ligeras y de aluminio, plástico o madera. Se pueden mover en el espacio o llevar consigo para hacer los masajes en otra ubicación que no sea la clínica. Lo tienen todo y son muy versátiles. Se pueden usar incluso en la misma clínica si no hay mucho espacio. Es uno de los tipos de camillas que más se recomienda tener por su versatilidad.
Camillas multiposturales
Se pliegan hasta conseguir nueve posiciones distintas. Son perfectas para los masajes deportivos ya que se puede centrar en un músculo concreto al poder moverla varias veces. Son ideales para sesiones cortas de fisioterapia. Aunque las que tengan acolchado doble se pueden usar durante más tiempo. Estas también son buenas para tratamientos de aromaterapia y musicoterapia y relajación, ya que se puede estar en la postura perfecta.
Camillas hidráulicas
Este es uno de los tipos de camillas son las más cómoda para el masajeador, ya que se puede regular la altura de la misma y la inclinación. Para aumentarla, se acciona una palanca de pie varias veces. Para bajarla, se levanta la palanca.
Su mayor ventaja es que las camillas hidráulicas no necesitan electricidad para moverse. Su mantenimiento consiste en engrasar las piezas móviles para evitar que se rocen. No necesita de un profesional para ello. Cualquiera puede hacerlo.
Camillas eléctricas
Las camillas eléctricas necesitan una fuente de alimentación y un mayor mantenimiento que cualquier otra. Tienen un motor y sensores para moverse.
Para utilizarse disponen de mando de pie o de mano (dependiendo del modelo) para poder subir o bajar la camilla según la necesidad tanto del profesional como del cliente.
También pueden contar con un mecanismo de elevación que está al rededor de la camilla y hace más fácil que el cliente suba sobre ella. Es importante para aquellos que tienen movilidad reducida y acuden a fisioterapia para aliviar dolores musculares. Es uno de los tipos de camillas más completos pero también más costosa.