La movilidad reducida es una realidad cotidiana para 2,5 millones de personas en España, muchas de ellas mayores de 65 años. Este dato que ha dado a conocer la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE – @COCEMFE_) en su estudio Movilidad reducida y accesibilidad en el edificio se une a otros dos que también podemos encontrar en el mismo: el 74% de quienes tienen movilidad reducida (es decir, 1,8 millones) necesitan ayuda para salir de sus casas, mientras que un 4%, unos 100.000, no cuentan con ningún auxilio, lo que les impide abandonar su hogar.

Ante esta situación, resulta esencial que las personas con movilidad reducida cuenten con el mayor número de opciones para poder trasladarse de un lado a otro. Esto ha llevado a numerosos investigadores a buscar posibilidades más allá de la típica silla de ruedas, de tal modo que se puedan superar los límites habituales y se abra un nuevo mundo tanto para la persona dependiente como para quien la atienda.

El ejemplo de Bli-ve Ciclo

Un buen ejemplo de ello es el Kit Adapta / Bli-ve Ciclo que aúna este objetivo en un dispositivo que está pensado para que cualquier usuario de silla de ruedas tenga una mejor sensación de movilidad junto a la persona que le atiende, que en este caso se mueve en bicicleta.

El producto consiste en un soporte compatible con la bicicleta y la silla de ruedas que une ambos vehículos con el fin de que el cuidador y la persona sin movilidad puedan trasladarse juntos, hacer ejercicio y recorrer mayores distancias. De esa manera, el asistente tendrá a su disposición una nueva modalidad para moverse, mientras que para el asistido se abre una nueva sensación de libertad.

Los diseñadores del Bli-ve Ciclo además han trabajado para que los sistemas de agarre, de cambios y de freno se manejen de un modo simple. Asimismo, cuenta con un sistema de seguridad que hace posible que el usuario se mantenga sujeto a la silla.

Aparatos innovadores

El Bli-ve Ciclo no es el único dispositivo innovador. De hecho, hay muchos otros que facilitan la movilidad de las personas cuando se trasladan por la calle. Y es que, como hemos apuntado, las sillas de ruedas o los andadores pueden ser las opciones más habituales (y quizás económicas) pero no las únicas. O si no, no hay más que echar un ojo a los siguientes productos.

“Segway” adaptado

De unos años a esta parte los segways se han puesto de moda y no es extraño ver por los centros de las ciudades a grupos de turistas realizando visitas guiadas subidos en este método de transporte. Pues bien, también hay segways adaptados como el Genny 2.0, que permite al usuario tener las mismas sensaciones pero yendo sentado y con la seguridad que necesita una persona con movilidad reducida, siempre y que no tenga problemas en el tren superior, pues para guiarlos son necesarios los movimientos de tronco.

“Handbikes”

Estos aparatos se utilizan para convertir la silla de ruedas en una especie de triciclo que aporta un mayor número de posibilidades de desplazamiento, así como una mayor estabilidad. Concretamente, los handbikes se acoplan a las sillas de ruedas y permiten a su conductor moverse mediante propulsión eléctrica, manual o una mezcla de ambas. Como es evidente, este invento les aporta más libertad y la opción de moverse por lugares antes inaccesibles para ellos, sobre todo si el motor eléctrico mueve la silla y les quita ese esfuerzo añadido.

Sillas de ruedas

En este apartado no nos vamos a referir a las sillas más habituales, sino a otros modelos que están enfocados en optimizar las opciones de movilidad de muchas personas:

• Sillas de ruedas ultraligeras. Son una opción perfecta para las personas que tengan una actividad diaria bastante elevada y que requieran una mayor movilidad, ya que su menor peso hará que sea mucho menos cansado transportarlas de un lado a otro.
• Sillas de rueda que tienen un chasis plegable. Perfectas para transportar en coche o para llevar de un lado a otro. Ayudan mucho tanto al asistente como al asistido para moverse con agilidad.
• Sillas de ruedas para deporte. En este caso entramos de lleno en un tipo de sillas muy especializadas, ya que están diseñadas para la práctica de un deporte en concreto. Si la persona con movilidad reducida quiere seguir practicando algún ejercicio, siempre puede hacerse con una de ellas.

“Scooters”

Otra de las modalidades que aportan una mayor movilidad son los scooters adaptados o sillas de ruedas eléctricas, ya que permiten recorrer mayores distancias. Entre ellos hay que destacar los eléctricos y plegables. Estos modelos cuentan con baterías de litio y son fáciles de transportar gracias a que se plegan. No obstante, también es posible encontrar otros scooters desmontables, robustos para recorrer largas distancias e incluso algunos que pueden incorporar una capota para los días de lluvia. Sin duda, numerosas opciones para ayudar a las personas con movilidad reducida.

Fuente: 65 Y MÁS